Existen momentos en la vida donde nos cuestionamos infinidad de cosas, ¿Qué vamos hacer después de graduarnos? ¿Voy a ser exitoso? ¿Voy a cumplir esos sueños y hacerlos realidad? Muchas veces dejamos que estos pensamientos nos alejen de esas metas y objetivos que tenemos, muchas veces invertimos todo nuestro tiempo libre en cosas que simplemente ni nos ponen ni nos quitan; hasta que llega un punto en nuestras vidas donde nos encontramos cortos de disponibilidad y es en este momento donde  empezamos a realizar esas cosas que queríamos desde un principio sin lograr los resultados esperados.

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Desde que ingrese a la universidad me di cuenta que para lograr todos mis objetivos tenía que ser yo quien tuviera la potestad sobre ellos, debía crear de alguna forma o por lo menos encaminarme por los pasillos adecuados para tener todas esas oportunidades que me llevarían a ser un gran profesional; apenas soy un estudiante de 5° semestre pero siento que con ANEIAP he ganado la experiencia necesaria para realizar cosas que un estudiante promedio de dicho semestre no estaría en la capacidad.

A todos nos da pena hablar en público, nos da miedo manejar un equipo, también el ser evaluados es algo que nos aterra; pero en estos dos años en la asociación he aprendido a saber manejar esto, invirtiendo ese terror y logrando que este más que un enemigo sea mi aliado para poder superar grandes retos.

ANEIAP es esa herramienta donde podemos potencializar todas nuestras virtudes logrando que esas debilidades que poseemos queden arraigadas en la parte más subterránea de nuestras vidas. He sido participe y espectador de grandes cambios  que se han llevado a cabo tanto a las diferentes poblaciones objetivas como en nuestra ciudad y país.